22.11.19

TAROT


El reconocido historietista, a la par que provocador, Miguel Ángel Martin, afincado en Madrid, presentaba ayer en nuestra ciudad dos de sus últimos trabajos. En una mano, nos traía un recopilatorio de las aventuras de su personaje más conocido: Brian the Brain. Un niño telépata con poderes telequinésicos que tiene, literalmente hablando, su cerebro a flor de piel .Y en la otra mano, Miguel Ángel portaba un exquisito Tarot realizado por él y prologado por Fernando Arrabal. Martín, dicho sea de paso, es uno de los historietistas españoles con mayor proyección internacional.
No vamos a detenernos a hablar del formidable recopilatorio del mutante niño, pues este espacio es limitado. Vamos hablar sólo de su Tarot. Básicamente porque nos da pie a hablar también de este sugerente arte adivinatorio. El Tarot tiene una gran particularidad: es una creación colectiva, de toda la humanidad. Su origen se pierde en el largo túnel del tiempo. Es una obra que recoge aportaciones de diferentes civilizaciones etnias, religiones, culturas. Recordemos que un Tarot está compuesto por 78 cartas: 22 de ellas son las llamadas “arcanos mayores” y el resto, “arcanos menores”. La palabra «arcano» proviene del latín arcanum, que significa "secreto". Pues bien, lo arcanos mayores contienen símbolos provenientes de las religiones judía, musulmana y cristiana. Aunque las teorías más sugestivas sostienen que el origen del Tarot es egipcio y está relacionado con el Libro de Thoth. Alejandro Jodorowsky, el tarólogo más conocido a nivel internacional, quizá por ser también un reconocido escritor, cineasta y guionista de cómic, explicaba en varias ocasiones que los sabios de cada gran religión salvaguardaron los grandes secretos sagrados de la humanidad plasmándolos en las cartas del Tarot, antes de que las guerras acabasen con el conocimiento ancestral de la antigua humanidad. Algunos estudiosos le adjudicarían la creación del Tarot a sabios de la Biblioteca de Alejandría. Otros tantos aseguran se generó un lenguaje místico a raíz de la destrucción de la biblioteca que dio origen al actual simbolismo del Tarot. Y otros dicen que todo lo anterior no es cierto y que el Tarot nació en Italia allá por el siglo XV. Pero como sus cartas están teñidas de misterio y de carga simbólica, se ha utilizado desde hace siglos como medio para adivinar el futuro de las personas. A lo largo de la historia muchos artistas se han encargado de ilustrar las cartas. Ya para el año 1760, Nicolas Conver realizó el Tarot de Marsella, uno de los más conocidos por todos. Fue el primer mazo utilizado para la adivinación por ocultistas como Éliphas Lévi y Etteilla. En 1970 Dalí creó un Tarot para fines esotéricos. Por poner dos ejemplos.
Y ahora Miguel Ángel Martín ha pergeñado su propio Tarot. A imagen y semejanza de su obra, vuelca en sus cartas ese universo historietístico suyo tan perturbador y sexualmente desinhibido. Universo personal por el que ha recibido múltiples premios en todo el mundo.