29.11.19

DOCE CONGRESOS


Es infrecuente que a la ciudadanía se le ofrezca la posibilidad de asistir a encuentros de artistas de nuestro territorio en los que poder conocerles y entrar en contacto con sus trabajos más recientes. Poder tomar el pulso de una manera directa, sin intermediarios, al mundo de la creación local más reciente es una experiencia enriquecedora tanto más cuanto que los artistas emergentes producen el arte del futuro.
Esta posibilidad nos la brinda desde hace ya una docena de años la iniciativa “Inmersiones”. Una iniciativa que despliega su cita anual en nuestra ciudad y que se materializa fundamentalmente en un congreso de artistas abierto al público.
El objetivo de base con el que nació Inmersiones era – y sigue siéndolo- tomar el pulso a la producción artística local e incipiente para hacerla visible huyendo en lo posible del costoso recurso expositivo. La apuesta es propiciar el encuentro entre artistas y vecinos del territorio.
Durante estos años “Inmersiones” ha cambiado varias veces de sede y variado completamente sus fuentes de financiación, pero él grupo de personas que directa o indirectamente han estado implicadas con el proyecto todo este tiempo sigue al pie del cañón. Es el impulso de ese grupo lo que ha mantenido vivo este proyecto contra viento y marea. De ser un proyecto financiado enteramente por nuestra Diputación y que se desarrollaba en una de sus salas –la sala Amárica-, en 2012 el colectivo Inmersiones perdió ese apoyo y se encontró sin local ni dinero para desarrollar la iniciativa. A partir de entonces “Inmersiones” abandonó los espacios institucionales y emigró a distintos locales del Casco Viejo de Gasteiz. Actualmente la iniciativa lleva años colaborando con Ortzai Teatro y Zas Kultur Espazioa.
Una de las cuestiones que más orgullo les genera, declara el colectivo Inmersiones, es ver la amplia lista de participantes que han pasado por esta iniciativa durante todo este tiempo y comprobar que de todo ese elenco gran cantidad de artistas han pasado de ser promesas a consolidarse como realidades en el mundo del arte.
La dificultad fundamental para las personas que quieren dedicarse a este trabajo es la supervivencia. Tanto mientras dura su largo, interminable, proceso formativo como al incorporarse a la profesión. El sector de las artes visuales vive en este país una situación de absoluta precariedad. Los ingresos del 64 por ciento de artistas en concepto de trabajo específicamente artístico no supera los 1.600 euros anuales. De ahí que la inmensa mayoría no tengan otro remedio que compaginar la producción artística con otros trabajos.  Además, hay dificultades de visibilidad, necesidad de espacios de trabajo y de cooperación, necesidad de espacios de exhibición, explicación y debate, y un interés muy limitado de las gestorías culturales privada y pública por el trabajo de estos artistas.
Y mañana a las diez de la mañana tiene lugar el duodécimo congreso de artistas de Inmersiones. En el teatro Ortzai. Pasen y vean.