Ayer se inauguraba en el espacio alternativo de arte y
cultura Zas Espazioa una muestra que recoge los trabajos seleccionados en la
iniciativa fotográfica -y también en soporte vídeo- que lleva por nombre
Gazteklik-Klak. Una iniciativa que ha
cumplido once inviernos y que se desarrolla bajo el paraguas del servicio de
juventud de nuestro Ayuntamiento. En otras ocasiones, hemos hablado de ella.
¿Por qué? Quizá porque contiene una serie de valiosas particularidades que la
diferencian del resto de actividades culturales que se despliegan en nuestro
territorio. En primer lugar, tiene la peculiaridad de que aunque estemos
hablando de arte no se trata de una actividad impulsada por un departamento de
cultura, sino por un estamento dirigido a la juventud. Se pone así el acento en
que la cultura es portadora de valores fundamentales para el correcto
desarrollo de nuestros jóvenes. Recordemos que es imposible que nuestra
sociedad progrese, avance, sin la cultura como guía. Y digo “recordemos” porque
la importancia de la cultura como portadora de valores positivos es algo que
actualmente estamos olvidando. Se habla mucho de industrias culturales y
creativas pero más allá de la capacidad que tiene la dimensión cultural para
generar dividendos económicos hay que tener presente que su máxima relevancia
estriba en ser una herramienta fundamental para forjar una sociedad pensante y
crítica que nos permita resolver los retos constantes a los que nos
enfrentamos. Una sociedad “tonta”, por lo contrario, está destinada al fracaso,
a despeñarse por el precipicio. Es por lo tanto de agradecer que los servicios
destinados a los jóvenes sean tan conscientes de esta realidad y apuesten por
apoyar actividades cien por cien culturales.
Por otra parte, y ya hablando más del propio formato de la
iniciativa, aun teniendo Gazte Klik-Klak un arranque concursístico no podemos
achacarle que aquel se sólo sea un mero concurso más: a las personas
seleccionadas no se les recompensa con dinero, sino con la posibilidad de
realizar su primera exposición relevante. El concurso es, por lo tanto, una
eficaz manera de poder descubrir a los jóvenes creadores.
Finalmente, otra característica de esta iniciativa: siempre
hay una persona con cierto recorrido profesional que se encarga de realizar una
labor de tutoría con los jóvenes seleccionados. Se da así un necesario
intercambio generacional. El tutor, y también comisario de las muestras, comparte
su experiencia profesional pero al mismo tiempo se nutre con la fresca mirada
de los jóvenes. Hay que añadir, además, que al lado de esta figura está la de
un joven comisario asociado que ha sido designado entre las personas ganadoras
de los diferentes certámenes que ha celebrado Gazte Klik-Klak. Durante esta
edición es el joven creador gasteiztarra Xabier Martínez Ortiz de Pinedo el que
acompaña al comisario Jorge Salvador. El resultado inicial de todo ello se
puede ver en Zas Kultur estos días.