Este jueves, el espacio cultural y
alternativo, Zas Espazioa, pone en marcha una actividad dirigida hacia los más
peques: un taller de creación de banderas. Pero el objetivo de esta iniciativa
no es el de incitar a los chavales a que reproduzcan las banderas de tal o cual
nación, localidad, institución, incluso organización, sino el de idear un abanico
de banderas mundiales. Crear, por lo tanto, la bandera de la Tierra. Una
actividad enmarcada y conectada con la exposición colectiva que ahora mismo
podemos visitar en este centro cultural ubicado en el Casco Viejo de nuestra
ciudad y que lleva por título “Abanderadxs”. Exposición que recoge el trabajo
de veinticinco artistas relacionados con nuestra ciudad y que arroja una mirada
reflexiva y crítica sobre el universo “banderístico”.
Nos consta que actualmente todos los países están
representados por su correspondiente bandera. Piezas rectangulares de tela que
encierran en su geometrismo colorístico una gran carga simbólica pues sirven
como colectivo signo de identidad de los ciudadanos que conviven en un mismo
territorio. Pero también se constituyen como emblemas diferenciadores. La
bandera es, por lo tanto, incluyente y excluyente al mismo tiempo. Señala un
“nosotros”, un “vosotros” y un “ellos”. También es un instrumento para
canalizar, reforzar, ciertos sentimientos, llamémosle, patrióticos. En ese
sentido, existe todo un mundo ceremonial alrededor de estos trozos de tela que
funcionan como contenedores de simbolismo. Por ejemplo, la jura de bandera en
España. Un solemne acto que permite a los soldados – y también a los civiles,
si lo desean- comprometerse públicamente con todo lo que representa España. Si
el acto es civil, el representante del ejército pronunciará las siguientes
palabras: "¡Españoles! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor
guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, con lealtad al Rey
y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?". Una
frase a la que los ciudadanos deberán contestar: "¡Sí, lo hacemos!".
Tras tomar juramento, éstos se acercarán a la bandera española para besarla. En
otros países existen ritos similares. En Estados Unidos, verbigracia, los
ciudadanos recitan: “Juro lealtad a la bandera de los Estados Unidos de América
y a la República a la que representa, una nación bajo Dios, indivisible, con
libertad y justicia para todos”. Este Juramento se suele pronunciar, al
unísono, en actos públicos y en las aulas de los colegios públicos como ritual
matutino.
¿Y si la ciudadanía realizara esa jura de bandera ante la
bandera de la Tierra? Una bandera, utópica, una inexistente bandera que sólo
existe en la imaginación de algunos. A lo largo de nuestra historia reciente,
desde diversos ámbitos –la mayoría vinculados con el arte- se han proyectado,
dibujado, diversas banderas terráqueas. Ojalá algún día éstas pasen del terreno
de la ficción al de la realidad.