El hecho de que la humanidad dedique ciertos días de su biografía a poner colectivamente el foco en unos temas determinados, forma parte de nuestra cultura desde que andábamos con taparrabos viviendo en cuevas. El calendario santoral católico, por ejemplo, tiene los días del calendario copados al completo para recordar a todos y cada uno de sus santos. Aunque también otras religiones tienen sus días especiales, pensados, todos ellos, para reforzar la fe de sus seguidores: los budistas celebran este mes una docena de ellos. Y los musulmanes, el mes que viene, el 9 de julio, celebrarán, verbigracia, la fiesta del cordero.
Organismos internacionales como la ONU han establecido desde
su fundación varios cientos de días Intencionales y mundiales para concienciar
y llamar la atención sobre ciertas situaciones o problemáticas globales. Existen
casi un millar de ellos. Este mes, tenemos: día mundial de las madres y los
padres, de la bicicleta, de los niños víctimas inocentes de agresión, del medio
ambiente, de la lucha contra la pesca ilegal, de la lengua rusa, de la
inocuidad de los alimentos, de los océanos, contra el trabajo infantil, de
sensibilización sobre el albinismo, del donante de sangre, de toma de
conciencia de abuso y maltrato en la vejez, de las remesas familiares, de lucha
contra la desertificación, de la gastronomía sostenible, para la eliminación de
la violencia sexual en los conflictos, de los refugiados, de la celebración del
solsticio, del yoga, de la administración pública, de las viudas, de la gente
de mar, en apoyo de las víctimas de la tortura, de la lucha contra el uso
indebido y el tráfico ilícito de drogas, de los trópicos, de los asteroides,
del parlamentarismo y el día mundial para la prevención de los ahogamientos.
¿Nos estaremos pasando con la celebración de los días
internacionales y mundiales? ¿El parlamentarismo, los asteroides, el solsticio,
la administración pública…. merecen tener su día poniéndose a la par con la violencia
sexual o la tortura? Quien así lo entienda que pida el libro de reclamaciones a
la ONU.
Hace ya unos meses el polifacético activista y creador Santi
Ochoa presentaba su libro “Camisetas de días internacionales”. Un volumen que
reúne más de dos mil fotografías de camisetas en las que se hace mención a siete
decenas de días Internacionales. Como el autor apunta, los "días"
seleccionados no son necesariamente los más importantes de los numerosos
existentes, sino únicamente de los que se han fotografiado camisetas de su
causa. Pero Santi no sólo ha recogido estas instantáneas de camisetas sobre
dicha temática sino también sobre otras. Durante varia décadas Ochoa ha
recopilado más de treinta mil de ellas. “Las camisetas son una forma de
expresión espontánea de las iniciativas más particulares o comprometidas de
este movimiento social y más libre y auténtica que las utilizadas por la
industria cultural. Reflejan a toda una sociedad en una época determinada”,
comenta.