Desde hace quince años se viene desarrollando en nuestra
ciudad un programa de ocio nocturno dirigido a jóvenes llamado Gauekoak.
Comenzó su existencia en el año 2000 (con el PP gobernando en Gasteiz) tras una
experiencia piloto del gobierno del PNV abanderado por José Ángel Cuerda.
Gauekoak tiene un gran valor que lo diferencia de cualquier otro
programa público: su modelo de gestión. Pues Gauekoak se confecciona, se
“cocina”, desde una federación de asociaciones. Colectivos estos que tienen que
ver con el ocio, la cultura y la juventud de nuestra ciudad. En Vitoria no
existe otro proyecto que se gestione de esta manera: con un modelo horizontal.
Esa fórmula de gestión compartida –cogestión, por lo tanto- entre nuestro
consistorio y los colectivos juveniles sería todo un ejemplo a imitar por otros
ámbitos del ocio y de la cultura local. Gauekoak
es también una herramienta que permite a los jóvenes poder decidir de manera
activa en qué invertir su tiempo de ocio. Y lo pueden hacer no sólo como meros
usuarios sino también como plenos ciudadanos capaces de organizar sus propias
actividades de ocio y cultura. Gauekoak, por lo tanto, es un programa pergeñado
por los jóvenes y para los jóvenes.
Pero este programa no ha tenido nada de suerte con nuestro
actual alcalde. Desde que Maroto empezó a gobernar la ciudad, Gauekoak ha
estado a punto de desaparecer en varias ocasiones. Sólo se ha salvado de la
quema gracias al apoyo de los grupos municipales de la oposición. Y ahora, el
PP arremete de nuevo contra este programa: ha presentado este año un
presupuesto en el que le practica un tijeretazo -respecto al pasado año- de dos
tercios de la aportación municipal. Esto es: de 150.000 euros a 50.000. Una
manera ésta de provocar una muerte por asfixia económica.
¿Por qué al PP no le gusta Gauekoak? Obviamente si las
características más relevantes de este programa son la cogestión y la
corresponsabilidad de los jóvenes a la hora de organizar su ocio será porque
ambas particularidades no le seducen para nada a nuestro alcalde. Suponemos que
querrá que la juventud sea conformista, infantil y acrítica. Que se quede en
casa chupando tele y preocupándose por consumir el último producto de moda. Es
decir: querrá una juventud “PPpop”.
Toda política orientada hacia la juventud que se precie como
tal debe promover la participación de las personas jóvenes en la sociedad
huyendo de asfixiantes paternalismos. Debe de facilitar fórmulas de cogestión o
autogestión para que estos ciudadanos generen y elaboren sus propias ideas. Y
esto Gauekoak lo consigue con creces. Su equipo de trabajo sale a las calles,
busca a los jóvenes ahí donde estén. Es un equipo que habla el mismo lenguaje
que la juventud. No está apoltronado en algún despacho municipal esperando que
los chavales entren por la puerta. De verdad: estamos viendo demoler en esta
ciudad todo lo que suene a pensamiento crítico y autónomo. Ya vale. Stop.
