14.2.19

IGLESIAS


Álava es una provincia que sufre de una despoblación en sus zonas rurales, cuando menos, preocupante. La ciudad de Vitoria-Gasteiz, es como un agujero negro que recoge al ochenta por ciento del tejido humano de Álava. Tres de cada cuatro habitantes residen en la capital. Y así, de los cincuenta y uno municipios que componen la provincia doce de ellos cuentan con menos de cien almas.
Álava ha ido perdiendo numerosos pueblos con el transcurrir de los tiempos. Así por ejemplo, un inventario realizado en los años ochenta recogía ciento veintiocho despoblados solamente en la llanada alavesa. La mayoría de estos pueblos fantasma se reconocen por la existencia de “ermitas testigo”, últimos guardianes silenciosos de la memoria de estas aldeas. En cualquier caso, son más de un centenar las iglesias desaparecidas a lo largo de los siglos XIX y XX. Incluso algunas de las existentes se encuentran ahora mismo en estado catatónico. Sería fundamental velar por detener esa sangría de nuestro patrimonio. Obviamente, dichas ermitas son propiedad de la Iglesia. Pero cuando dejan de operar para el culto cristiano, dicha institución se desentiende de ellas. En ese sentido, nuestra diputación tiene un convenio anual con el Obispado para intentar conservar y restaurar cierto patrimonio de interés en vías de desaparición. Pero no es suficiente.
La Asociación Hispania Nostra es una organización sin ánimo de lucro que desde 1976 lucha por preservar y defender nuestro patrimonio. Entre otras cuestiones, se encarga de la gestión de las candidaturas españolas a los Premios Europa Nostra, premios de recuperación del patrimonio cultural europeo. Recordemos que nuestro territorio ha sido premiado en varias ocasiones; el Casco Medieval vitoriano (1982), restauración de la catedral (2002), recuperación de las murallas del Casco Viejo (2010) y el valle salado de Añana (2015). Pero también tiene un listado, la “Lista Roja del Patrimonio”, que visibiliza aquellos elementos de nuestro patrimonio “que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, al objeto de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración”. La iglesia alavesa de San Esteban, situada en el pueblo abandonado de Ribera, dentro del Parque Natural de Valderejo, aparece en dicha lista. Es el único edificio del pueblo que se mantiene en pie. Pero a duras penas: la iglesia se encuentra abandonada y cubierta de vegetación, sujeta a un deterioro progresivo, al expolio y vandalismo. En el interior de la iglesia hay pinturas, frescos góticos, muy singulares descubiertos en 1981 cuando hacía ya una década que el pueblo de Ribera se había quedado vacío. En 1983 se llevaron a cabo trabajos de limpieza, consolidación y protección. En 1993 fueron hallados nuevos murales. En 2005 se realizó un estudio sobre la rehabilitación y restauración a cargo de la UPV que duerme el sueño de los justos. Esperemos, deseamos, que despierte.