La omnipresencia de la imagen en nuestra sociedad actual es un
hecho innegable: las imágenes están por todas partes, nos invaden. Imágenes
fijas y en movimiento. Imágenes en internet, móviles, televisión, periódicos, revistas…
Una relevancia, la del universo de las imágenes generadas por las sociedades, que
siempre nos ha acompañado a lo largo de la historia. La imagen nos ha servido para
preservar nuestra memoria, para transmitir ideas, para comunicarnos, de igual
manera que la palabra. Palabra e imagen, son parte indisoluble del ADN de
nuestra cultura. Conforman nuestro lenguaje. Por eso, es fundamental que la
ciudadanía sepa interpretar adecuadamente lo que lee o lo que lo ve. Y para
ello, obviamente, es fundamental que se nos eduque adecuadamente en esa
dirección. En el caso de la palabra, aprendemos a hablar, leer y escribir en
nuestros hogares y centros educativos. Pero en el caso de la imagen, esto no es
así. La disminución del tiempo dedicado a la asignatura de educación artística
-que ha pasado en la Lomce de ser obligatoria a ser optativa en Primaria-,
puede producir "analfabetos visuales" e influir negativamente en la
creatividad del alumnado. El riesgo es, por lo tanto consumir imágenes sin
pararnos a pensar sobre su significado. Por eso dibujar, fotografiar, pintar…
generar arte, en definitiva, educa en la lectura de las imágenes: si somos
capaces de crear imágenes podemos comprender los mecanismos que las rigen.
Si la educación reglada se aleja cada vez más del arte, los
departamentos de Cultura de diversas comunidades, provincias, ciudades tendrán
que asumir la responsabilizar de cubrir ese hueco mientras, al mismo tiempo, se
reclame una solución. Mientras tanto, es fundamental poner en marcha
iniciativas encaminadas a familiarizar a la ciudadanía con el mundo de las
imagenes. En ese sentido, es fundamental en papel que juegan los museos y
centros de arte. Pero tampoco hay que olvidar que los departamentos o servicios
públicos orientados hacia la juventud tienen que asumir la responsabilidad de
educar a nuestros jóvenes. En nuestro contexto cercano, hay que reconocer que desde
el servicio de Juventud de nuestro ayuntamiento esa labor sí se está realizando
pues cuenta con una batería de actividades centradas hacia la creación joven. Estos
días se está desarrollando una de las más veteranas: Gazte Klik Klak. Como
señalan en su web: “Gazte Klik Klak es un certamen de vídeo y fotografía para
jóvenes de 14 a 25 años que impulsa la creación artística ocupando espacios
expositivos para difundir el trabajo de nuevos creadores y creadoras.”
Lo más interesante de este proyecto es que no se premia con
dinero a los creadores, sino con una tutoría, una exposición y un catálogo. Una
hábil manera de promover, incentivar a los nuevos valores. Dada la escasez de
iniciativas que estén apoyando ahora mismo la creación local emergente desde
los departamentos culturales, felicitamos desde estas líneas al servicio de
Juventud.