La capitalidad gastronómica vitoriana se acaba en un par de
meses. Algunos aguafiestas creen que nunca comenzó, pero se equivocan: pues
para que algo tenga ese anunciado final es necesario que haya habido un
principio. Y dineros ya se han gastado entre el inicio y el fin. Así que es
incuestionable que hemos tenido capitalidad.
Eso sí, nos faltan todavía algunos datos sobre los resultados
de esta inversión de nuestro ayuntamiento. Sobre ese retorno de lo gastado. No
sabemos, por ejemplo, cómo están funcionando esas “escapadas gastronómicas”
ofertadas para que los turistas pasen un fin de semana en nuestra ciudad. Un
servidor sólo las ha visto anunciadas en
la web de nuestro ayuntamiento, pero también es verdad que sólo le he dedicado
a la búsqueda media hora de “googleo”.
Tampoco sabemos cuándo por fin la tortilla patatera más
grande del mundo -realizada por estos lares el pasado 2 de agosto- se publicará
en el libro Guinnes. Nos dijeron que la burocracia en esto de cursar los
records es lenta. Quizá a los trabajadores del Guinnes se les acumula el curro
con tanta gente batiendo records últimamente: que si la estafa más grande, que
si el despilfarro más sonado, que si el político más corrupto… Esperemos que en
esta dilatada espera nuestra ninguna ciudad nos arrebate la marca mundial. Hay
que estar ojo avizor para que esto no nos pase.
En cualquier caso al final del año desde los despachos
pertinentes se nos dirá que la capitalidad ha sido un exitazo para Gasteiz y
nos quedaremos todos más tranquilos. No nos preocupemos porque así será: nunca
hemos escuchado a un equipo de gobierno decir que algo que haya proyectado ha
sido un fracaso. No fallan una, por lo
tanto. Algunos ponen y pondrán pegas, como el PNV que denunció hace unos días
que el ayuntamiento se ha gastado hasta el momento 633.000 euros -“5.800 solo
en delantales", matizaban- pero el PP respondió que eso era muy exagerado,
que en patrocinios han conseguido 380.000 euros, etc. Así que, como en otras
muchas ocasiones, esto es una cuestión de fe. De tener o no tener fe en lo que
un partido político determinado nos cuenta.
Deseemos, por lo tanto, que la capitalidad haya sido
estupenda. Para los hosteleros y taxistas de nuestra ciudad, que son los que se
benefician de estas cosas. Y no nos durmamos en los laureles: hay que pensar ya
en comprar otra capitalidad para el año que viene. Que no sea en cine, arte,
cultura, cómic… porque ahí ni sobornando al jurado con mil “aperitivos vascos”
conseguiremos algo.
En cualquier caso, el miércoles en Artium se desarrollaron sobre
“el comer” un par de debates interesantes. Interesantes para la gente amante de
la cultura: nuestro museo sentó en una mesa a diversos artistas, cocineros,
críticos de arte y de cocina para que charlaran sobre las relaciones existentes
entre estos dos ámbitos de la creación. Como este espacio es limitado, la
semana que viene contaré lo que ahí se debatió sobre la cocina en el arte y el
arte en la cocina. Continuará…
